Los buenos profesores hacen la diferencia
El SIMCE entrega evidencia muy importante para la elaboración de propuestas en materia de calidad y equidad que siguen pendientes. Se refieren a capacidades docentes y su formación y desarrollo y por otro lado, al modo de administración de las escuelas. Seguidamente, las principales conclusiones del estudio:
1. Mientras no modifiquemos aspectos decisivos de nuestras instituciones y nuestra capacidad de enseñanza no debiéramos esperar cambios en el patrón de los resultados a nivel nacional.
Al revisar los resultados por grupos socioeconómicos, regiones y tipos de dependencia institucional, estos no varían en forma significativa a los presentados en 2006 para 4º básico y en 2004 para 8º básico. “Esto no nos sorprende (dijo la ministra Jiménez) pero nos urge”. En ese sentido, la ministra añadió que constituye la evolución que los resultados han venido mostrando en los últimos años, sin embargo, no se corresponden con lo que las autoridades esperan para el país.
2. No basta con mejorar, es necesario mantener los logros en el tiempo.
En el período que abarca el SIMCE 2007, un quinto de las escuelas y colegios de todos los grupos socioeconómicos suben significativamente sus puntajes, una minoría permanece estable y otro quinto baja sus resultados.
Esta situación tampoco es nueva, y habla de las dificultades que presentan nuestras escuelas para mantener sus logros educativos. Se observa dinamismo positivo, pero no permanente, lo que demuestra que los establecimientos que avanzaron pueden estancarse e incluso retroceder.
3. Persisten problemas no resueltos en la calidad y la equidad de nuestra educación.
Nuestro sistema escolar es capaz de enseñar satisfactoriamente a un 60% de la matrícula de cada área evaluada, que es el porcentaje que alcanza el nivel intermedio y avanzado de niveles de logro. Un 40% restante lo hace de forma insatisfactoria y parcial.
El 60% de nuestros estudiantes está alcanzando niveles avanzados e intermedios pero no debemos olvidar al otro 40%. Este es un problema de calidad.
El problema de equidad es que ese 40% corresponde a los segmentos bajo y medio bajo de nuestros grupos socioeconómicos.
4. Hay diferencias en los resultados de niños y niñas
Los resultados constatan que las mujeres obtienen mejores resultados en lenguaje tanto en 4º como en 8º básico, mientras que niños y niñas en 4º básico tienen resultados semejantes en matemática y ciencias. Esta semejanza sin embargo se transforma en diferencia en 8º año, donde las niñas se ven superadas por sus compañeros en todas las áreas excepto lenguaje. Este dato es consistente con lo que mostró el año pasado la medición internacional PISA y evidencia un desafío de equidad de género, que en este caso es el mismo que tienen los demás países: que los niños mejoren sus resultados de lectura y que al mismo tiempo las niñas alcancen mejores resultados en el resto de las materias.
5. Hay estudiantes y escuelas con altos logros de aprendizaje en todos los grupos socioeconómicos. Los profesores mejor preparados y las escuelas donde se observan mejores prácticas, obtienen mejores resultados.
Los colegios nacionales que contratan profesores de enseñanza media con especialización, mejoran sus resultados. Esto sucede también donde hay profesores que han sido acreedores de estímulos de excelencia.
6. Los establecimientos municipales obtienen puntajes promedio significativamente más altos que los privados subvencionados en el grupo socioeconómico bajo.
Estos últimos a su vez obtienen resultados más altos en el resto de los grupos socioeconómicos. En el caso de los establecimientos municipales, además, hay menor selección de estudiantes, lo que hace más meritorios sus resultados.
Los profesores y la administración: en el centro de la calidad
Acorde con el reciente y mundialmente conocido informe McKenzie sobre los sistemas de excelencia escolar del mundo, que mostró que los profesores hacen la diferencia en los logros de aprendizaje. El SIMCE 2007 examinó los puntajes de cada curso de acuerdo a la calidad de los docentes responsables de su preparación en los tres años previos, medidos por los sistemas nacionales de excelencia pedagógica. Los resultados son elocuentes: los estudiantes que tenían profesores competentes y destacados durante los tres años previos a la prueba, claramente tuvieron mejores resultados que sus compañeros de generación que carecían de un historial de profesores bien evaluados. Esto subraya una vez más la importancia estratégica de actuar en forma conciente tanto en la formación inicial como en la formación continua de los profesores.
Por esta razón, la ministra Jiménez hizo un llamado a los representantes de universidades, rectores y decanos: “no estoy eludiendo las responsabilidades del ministerio, pero hay responsabilidades como esta, que son compartidas”.
La importancia crucial de la formación de los docentes
El SIMCE 2007 detectó una diferencia sistemática y significativa de los resultados de aprendizaje de 8º básico a favor de los establecimientos que imparten enseñanza básica y media, o que abarcan desde 7º básico a 4º medio, en desmedro de los establecimiento que sólo imparten enseñanza básica. Esto se debe a que los profesores de enseñanza media tienen especialización disciplinaria, por tanto conocen mejor lo que están enseñando.
Las escuelas básicas en cambio, contratan preferentemente docentes generalistas de enseñanza básica, que carecen de formación disciplinaria. Cuando los establecimientos disponen de profesores sin especialidad eso se nota.
La ministra Jiménez destacó por ende que las políticas públicas han invitado a los centros de formación docente a responder a la necesidad de preparar profesores de básica con especialización en una o dos disciplinas, pero eso en general no ha sido escuchado. “Quiero pedir a los rectores y decanos que escuchen este llamado (apuntó): la educación general básica tiene que ser con especialidad, de lo contrario SIMCE no van a mejorar, porque ya podemos decir que tenemos evidencia empírica de que los buenos profesores, con especialidad, hacen la diferencia. Los profesores con formación general no tienen la preparación suficiente”.
Mónica Jiménez añadió que estos hallazgos están en consonancia con lo anunciado por la presidenta Michelle Bachelet en su discurso del 21 de mayo en relación al impulso de la carrera docente. La dignataria anunció además la instauración de un examen de certificación de competencias disciplinarias pedagógicas: “queremos que las facultades y escuelas de pedagogía puedan darse cuenta de la calidad de sus alumnos, para hacer las modificaciones necesarias en su currículo y en las especialidades para que estos futuros profesores que algún día van a postular a los estímulos de excelencia estén mejor preparados para ello”.
Por último, cabe destacar que los municipios con más de 35 establecimientos y los sostenedores privados subvencionados que administran más de cinco escuelas con independencia del nivel de gasto por alumno, obtienen resultados significativamente mejores que los sostenedores que administran unidades menores. Se descubre con esto la importancia de las redes, de las dinámicas de apoyo, la información y el control. “Uno puede, por ejemplo, contratar a equipos de profesionales de competencias especificas cuando tiene un conjunto mayor de establecimientos educacionales, cosa que cuando se tiene un solo establecimiento no se puede hacer porque no alcanza la subvención” concluyó la ministra.
Educarchile.cl 26 de Mayo 2008
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